XABIER OSARTE GARAYOA

Cartas con letras torcidas

Para quienes piensan que el miedo y la ignorancia son las base de la supertición.

Son cartas escritas a lo largo del año 2000, año en el que no apareció el esperado efecto informático. Nadie despertó el primer día de este nuevo año con augurios de maleficio ni con promesas de infertilidad. Millones de personas jalearon con euforia tu llegada a las puertas de una nueva era. El pánico al efecto 2000 se fue diluyendo mientras te asomabas a la ventana de la vida.

Xabier Osarte Garayoa

EDUCAR NO ES FABRICAR ADULTOS

Sin duda, Olivier Reboul tenía razón, cuando dijo que educar no es fabricar adultos según un modelo, sino liberar, en cada hombre, lo que le impide ser él mismo, permitirle realizarse según su “genio singular”.

Éste es el objetivo que me he propuesto al escribir estas cartas. Una de las ventajas es que se pueden leer y releer para captar los matices y las actitudes que subyacen en cada comunicación. He sido consciente de lo que dijo Galileo Galilei: “No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo”.

Los padres y educadores hemos de saber aplicarnos aquellas palabras que Thomas Jefferson pronunció referidas a su pueblo: “No se debe ser demasiado severo con los errores del pueblo, sino tratar de eliminarlos por la educación. La carta ayuda a padres e hijos a ser valientes en el momento de afrontar las dificultades de la vida, sin olvidar que es valiente quien puede afrontar todas las alternativas que la vida presenta, sin que se altere su espíritu, sin que se merme su fe, sin que decline la intensidad de su lucha.

Carta incluida en el libro Cartas con letra torcida.

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